Anita Ekberg: tan espectacular que «sus padres merecían el Nobel de Arquitectura»
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Su imagen, en 'La dolce vita', adentrándose en la Fontana de Trevi y pidiendo a Marcello Mastroiani que la acompañase dio la vuelta al mundoSu imagen adentrándose en la romana Fontana de Trevi y pidiendo a Marcello Mastroiani que la acompañase dio la vuelta al mundo. Anita Ekberg había sido antes finalista del concurso de Miss Universo, pero fue la película 'La dolce vita', de ... Federico Fellini, que incluía aquella icónica escena, la que la lanzó internacionalmente.
Kerstin Anita Marianne Ekberg, conocida como Anita Ekberg (Malmo, Suecia, 1931 – Roma, 2015) comenzó su actividad artística participando como modelo gracias a su espectacular belleza nórdica. A instancias de su madre se presentó a diferentes concursos de belleza llegando a ser finalista de miss Universo. Aunque Ekberg no ganó el concurso de Miss Universo, como una de las seis finalistas logró un contrato de starlette con la Universal, una práctica habitual de la época. A la vez que se preparaba estudiando interpretación en Los Ángeles, debutó en el cine en una comedia de Abbott y Costello en 1953 titulada 'Abbott And Costello Go To Mars', dirigida por Charles Lamont. Anita aparecía en este filme como venusiana. Era un papel muy breve pero su presencia no pasó desapercibida. Ese mismo año interviene en 'La espada de Damasco', momento en que abandona sus clases de interpretación, cambiándolas por las de equitación.
En Hollywood comienza a ser carne de prensa amarilla, que ventila toda clase de chismes, como sus romances con Frank Sinatra, Tyrone Power, Yul Brynner, Rod Taylor y Errol Flynn, cosa que ella acrecenta cuando decide posar desnuda para Playboy. Tras aparecer brevemente en diferentes series de televisión, se toma más en serio el cine, con un pequeño papel en la película 'Callejón sangriento' (1955), protagonizada por John Wayne y Lauren Bacall. A continuación interviene junto a Dean Martin y Jerry Lewis en las comedias 'Artistas y modelos' (1955) y 'Loco por Anita' (1956) -¿adivinan quién era la Anita del título castellano del filme?-, ambas de Paramount Pictures. Por un tiempo fue publicitada como «la Marilyn Monroe de Paramount». El estudio la colocó en 'Guerra y paz' (1956), que fue filmada en Roma, junto a Mel Ferrer y Audrey Hepburn, y la RKO Pictures la convierte por primera vez en protagonista en 'Regreso de la eternidad'.
Convertida ya en sex symbol, trabaja entre América y Europa, pero es en 1960 cuando su fama se hace mundial gracias a que Federico Fellini, que la convierte en la inalcanzable mujer ideal del personaje interpretado por Marcello Mastroianni en 'La dolce vita' (1960).
Sigue en Europa trabajando, sobre todo en Italia, ya que se nacionaliza italiana, en películas como 'Apocalipsis sobre el río amarillo' (1960), 'Boccaccio 70' (1962), filme que también contó con Sophia Loren y Romy Schneider, y es sugerida para interpretar a la primera chica Bond, Honey Ryder en 'James Bond contra el Dr. No', pero finalmente el papel fue asignado a la entonces desconocida Ursula Andress. Precisamente, Ekberg coincidiría a continuación con Andress en 'Cuatro tíos de Texas', que también protagonizaron Frank Sinatra y Dean Martin.
Poco a poco Anita Ekberg va espaciando sus apariciones en la pantalla. Fellini la llamaría para dos películas más 'Los clowns' (1972) y 'Entrevista' (1987), donde se interpretaba a sí misma en una escena que la reunió de nuevo con Marcello Mastroianni. Sus últimas películas fueron 'Bámbola', a las órdenes del español Bigas Luna, que hizo en 1996, y la francesa 'Le nain rouge' (1998), aunque después aun aparecería en una serie de televisión italiana.
Con la salud bastante quebrada, la actriz vivía en su casa de Roma hasta que en diciembre de 2011, se informó que Ekberg, por entonces ya con 80 años de edad, era 'indigente' después de que una fractura de cadera la hubiera mantenido durante tres meses en un hospital de Rimini, tiempo durante el cual le robaron las joyas y los muebles de su casa, y su villa romana quedó dañada en un incendio. Ekberg solicitó entonces ayuda de la Fundación Fellini, que también estaba pasando por graves apuros financieros, viviendo sus últimos años en una residencia de ancianos. La actriz murió el 11 de enero de 2015 a los 83 años, en la clínica San Raffaele en Rocca di Papa en Castelli Romani (Roma), por complicaciones de diferentes enfermedades. De ella había dicho el actor cómico Bob Hope: «Anita Ekberg era físicamente tan espectacular que los padres de la actriz habrían merecido el Premio Nobel de arquitectura».
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