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Un fotograma de 'Yo acuso'.
'Yo acuso', el alegato antibelicista de Abel Gance cumple 100 años

'Yo acuso', el alegato antibelicista de Abel Gance cumple 100 años

Lecciones de cine ·

La cinta, de 1919, contó con un nuevo montaje en 1937 que acentuaba la monstruosidad y brutalidad de muchas de sus imágenes

Domingo, 5 de enero 2020

El famoso alegato 'Yo acuso', del escritor Emile Zola en favor del capitán Alfred Dreyfus, en forma de carta abierta al presidente de Francia Félix Faure y publicado por el diario 'L'Aurore' el 13 de enero de 1898 en su primera plana, ha dado pie a numerosas películas, la última 'El oficial y la espía', de Roman Polanski, que se estrenó el pasado 1 de enero.

Pero la famosa frase ha sido utilizada desde aquel momento para muchas denuncias que han sido llevadas al cine. Una de las primeras fue la realizada por el francés Abel Gance titulada precisamente 'Yo acuso', contra la Primera Guerra Mundial, que realizó en plena contienda y que estrenó en 1919, solo un año después de que se firmase el armisticio. Ahora se cumple el centenario de aquella película que constituyó un feroz alegato antibelicista.

Abel Gance (París, 25 de octubre de 1889 - 10 de noviembre de 1981) fue un cineasta francés, pionero del cine mudo, autor de obras emblemáticas como 'Napoleón' (1927). Su carrera se prolongó durante sesenta años. En 1917 un motín de soldados franceses en las trincheras inspiró a Gance la película. El cineasta había sido excluido del servicio por una tuberculosis, pero, movilizado en el último año de guerra, sufrió un accidente en la fábrica de gas venenoso en la que había sido destinado, y relevado del servicio. Teniendo claro la necesidad de hacer un feroz alegato contra la guerra, logró filmar combates reales de la contienda. Sin embargo la película nació como un melodrama que buscaba trascender y convertirse en una historia antimilitarista.

Para Gance la película era una terapia personal con el objeto de librarse de su complejo de culpabilidad por su exención de la movilización, logrando los fondos necesarios para su rodaje engañando a los productores franceses a los que engatusó insinuando que su intención de dirigir una cinta de exaltación patriótica. Su título era muy intencionado y utilizó el titular del artículo de Zola para hacer su particular acusación contra la guerra.

Protagonizada por Romuald Joubé, Séverin-Mars y Maryse Dauvraya, la película narraba la historia de dos hombres, uno un ser brutal, casado, y el otro un poeta amante de la esposa del primero, que se reúnen en las trincheras de la Primera Guerra Mundial, mostrando cómo esta historia se convierte en un pequeño ejemplo de los horrores de la guerra.

La película contiene las principales características del cine de Abel Gance, grandiosidad a la vez de un gran simbolismo poético, con una cuidada fotografía y llena de metáforas visuales, con imágenes de gran expresividad visual acentuando las contradicciones de los sentimientos humanos. El cineasta definió 'Yo acuso' como «un grito humano contra el ruido belicoso de los ejércitos, un grito objetico contra el militarismo germano y su asesinato de la Europa civilizada».

Este durísimo alegato contra la carnicería organizada que supuso la I Guerra Mundial tuvo un gran éxito, tanto en Francia, donde se estrenó el 29 de abril de 1919, como en todos los países donde se proyectó. El propio Gance viajó a Estados Unidos para exhibir la película ante un público entre el que se encontraba el propio David Wark Griffith y las hermanas Lillian y Dorothy Gish.

Vídeo. La película al completo.

Abel Gance rodó dos versiones de 'Yo acuso': La primera en 1919, revisándola tres años después de su estreno, modificando su montaje original, introduciendo alteraciones argumentales y cambiando los intertítulos. La segunda versión la realizó en 1937, en pleno auge del nazismo. Hitler dominaba Alemania y se veía venir la victoria de Franco en España. Mussolini gobernaba Italia desde 1922. El fascismo avanzaba en Europa. Gance entendió que era necesario volver a levantar un potente alegato antibélico, un año antes de que estallara la Segunda Guerra Mundial. La potencia visual de 'Yo acuso' en esta versión es brutal. El film comienza en un pueblo francés defendido por sus tropas contra los alemanes. Las bombas caen permanentemente. Los hombres mueren trágicamente frente a la cámara. Los protagonistas iniciales son un grupo de soldados a los que les es encomendada una misión suicida. Uno de ellos jura a sus compañeros que esa será la última guerra de la humanidad. El grupo parte a la misión pero sólo este sobrevive, al mismo tiempo que suena el armisticio y el fin de la guerra.

Ambas películas, junto a 'La gran ilusión' (1937), de Jean Renoir, se consideran las grandes obras maestras del cine antibelicista europeo de entreguerras.

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