El otro Donald

¡Ah!, que maravilla ese otío cargado de millones, que cuando se baña, la bañera está repleta de monedas de oro, que su casa está llena de tesoros y maletas repletas de dinero, cuyos billetes se escurren entre sus cierres, que guarda su dinero en grandes silos con forma de caja de caudales y con un inmenso signo del dólar cubriendo la fachada . Ese si que es un modelo de vida, inalcanzable, pero al que, aunque sea secretamente, todos aspiramos.

El pato Donald ha tenido múltiples ventanas: tiras cómicas en periódicos, cómics, películas, y por supuesto la televisión, desde aquella 'Disneylandia' de los inicios de la televisión en España, hasta la actual plataforma Disney+, donde se puede ver toda su evolución, desde sus inicios. Nunca ha habido un pato más popular, pese a que años después, en 1937, la Warner creó al pato Lucas, siempre intentando trolear al cazador Elmer. Pero en este universo Disney no crean que el tío Gilito es malo. Será codicioso, envidioso, tacaño, usurero, egoísta, pero es casi como uno de los nuestros. Si quieren malos malísimos ahí tienen a los Golfos Apandadores.