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Jaime de Armiñán en 2014, año en que recibió el Goya de Honor. Efe
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Opinión

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Crítica de televisión ·

Era el cineasta de lo cotidiano, que reflejaba como ningún otro la vida de la España de su época

Jueves, 11 de abril 2024, 00:32

Además de su enorme calidad cinematográfica, Jaime de Armiñán, fallecido ayer, también lo fue todo en Televisión Española. De una familia de intelectuales de primera fila, en televisión se codeó con otros grandes creadores como Chicho Ibáñez Serrador o Adolfo Marsillach. Una generación irrepetible que ... hicieron grande a TVE. Armiñán, que se codeaba con los grandes intelectuales del momento y era amigo de poetas y toreros, era también un fabuloso guionista y creador de series. Inolvidables aquellas 'Galerías de maridos', 'Las doce caras de Eva', 'Las doce caras e Juan', 'Fábulas'… o las últimas, 'Juncal' y 'Una gloria nacional'. Tenían un sello inconfundible, comenzado por las cabeceras, todas con sintonías de Vainica Doble, al fin y al cabo eran familia. Series que rezumaban sensibilidad y cariño hacia sus personajes. Era el cineasta de lo cotidiano, que reflejaba como ningún otro la vida e la España de su época, con unas historias muy entretenidas con las que era muy fácil identificarse, siempre intentando sorprender,

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