Las películas de zombis dan pavor. Muertos vivientes. Solo oír la expresión me recorre un escalofrío. El lenguaje económico ha tomado prestado esa voz para identificar a las empresas que tienen unos beneficios insuficientes para cubrir sus gastos financieros. Vamos, que no generan ingresos para ... hacer frente a sus deudas. Como consecuencia de la crisis desatada por el COVID, unas 220.000 empresas españolas podrían encontrarse en esa situación. Es el 6,2% del tejido empresarial. Trasladando ese porcentaje a La Rioja, rondarían las 1.400 pymes.

Publicidad

Los especialistas del mundo del trabajo también hablan de empleos zombi: los de los ERTE. No se les considera desempleados porque los contratos laborales no se han roto. Se trata de empleo en modo 'pausa', a la espera de una reactivación cada vez más complicada. De abril del 2020 a enero de este año, ambos meses incluidos, 29.869 trabajadores riojanos. Ese mecanismo ha impedido una escalada histórica del paro y la inscripción masiva de desempleados en los servicios oficiales de Empleo. El cojín ha cumplido y ha evitado un definitivo KO.

Yo me tomo la libertad de emplear el término zombi para describir el estado de las infraestructuras riojanas, que esas sí que dan miedo. La visita del ministro Ábalos el jueves lo confirmó. Solo pudo visitar dos obras reales y efectivas, y una de ellas, nivelón, la remodelación de un puente. Todo lo demás puro efectismo. Proyectos en el modo 'paréntesis' de las tramitaciones administrativas.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

¡Oferta especial!

Publicidad