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Los insultos que la asistente arbitral Laura Bezares recibió el sábado durante el partido de Tercera División que disputaron Berceo y Arnedo merecen la más absoluta de las descalificaciones de jugadores, clubes, Federación... de todo el ámbito del fútbol y del deporte riojano en general ... en tanto que se trata de un hecho intolerable sin ningún paliativo capaz de aminorar su gravedad. Pero no sólo eso. Están bien la desaprobación y el reproche, son gratos las palabras y los gestos de solidaridad con la colegiada, incluso sería conveniente un pronunciamiento como una sola voz del fútbol regional. Pero todo resultaría insuficiente sin una investigación de lo ocurrido el sábado en La Isla que permita identificar a quienes hicieron gala de tan poca educación y de tanta incivilidad. Renococer a esos individuos para apartarlos de los campos de fútbol y del deporte en general, donde se defienden unos valores alejados hasta lo infinito de semejante zafiedad inculta y machista.
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