Y AHORA, QUÉ

¿Cómo? Tampoco. Porque prevalece lo antedicho: la tendencia a la dispersión propia del mapa político español. Y prevalece además el miedo. El miedo a Vox. El miedo a que la formación política de ultraderecha sea capaz de bloquear en la Carrera de San Jerónimo aquellas propuestas que carezcan de su plácet. Y si Santiago Abascal acaba siendo decisivo en Madrid como lo es en Andalucía... Puntos suspensivos. Un aluvión de puntos suspensivos. Abascal, por cierto, viene de proclamar su desconfianza en el Estado autonómico, de donde puede deducirse que la reforma del Estatuto de La Rioja no figurará entre sus prioridades si mañana acaba sentado en el Congreso. Así que lo dicho. Muchos, muchos puntos suspensivos...

... Que no evitan que prevalezca también otra evidencia. A saber: que al menos en el Parlamento de La Rioja han hecho su parte de trabajo. Podrían haberse dado más prisa, de manera que el nuevo Estatuto se hubiera remitido a las Cortes antes de que se disolvieran, pero eso pertenece al largo capítulo de aquella historia titulada lo que pudo haber sido. Y otra evidencia adicional. José Ignacio Ceniceros tendrá su pleno y lo tendrá en San Millán. Esa es su principal victoria política de la legislatura. Falta saber qué clase de victoria. Como depende de Madrid, de momento pírrica.