Volver a clase así

No es para sentirse orgulloso como país, no. Y lo que viene no da para muchas esperanzas. Me tiene acongojado, por ejemplo, el inicio del curso. Porque sencillamente me da que nos va a volver a pillar sin preparar, y vamos a volver a fracasar.

Veamos. La mejor medida para un inicio de curso presencial es limitar en todo lo posible el número de alumnos que tenga contacto entre sí. Eso significa partir las clases al menos por la mitad. Eso significa más profesores repartidos en más aulas.

Estamos a 20 de agosto. Esto empieza dentro de tres semanas. Y todos los colegios están cerrados, todos los profesores de vacaciones, como si nada pasara. Que yo sepa, no se ha puesto a disposición de los colegios ningún espacio extraescolar, ningún centro cívico, ninguna sala de biblioteca. En los coles no hay sitio para desdoblar tanta aula. Y tampoco se ha contratado aún a ningún profesor, así que a saber con qué vamos a contar para empezar a el curso.

No sé, se me ocurre, y no soy ningún experto, que igual tendríamos que hacer algo distinto. Porque como pretendamos empezar el curso solo a base de mascarillas y geles, estamos jodidos. Vamos directos a otro fracaso. Vivaspaña.