Vivo en el lío

Fuera del foco mediático, los políticos sólo pueden soltarle la chapa a su círculo de amigos mientras echan una partida al mus, así que tienen que reverdecer laureles yendo de tertulianos, dando conferencias o escribiendo sus memorias; cualquier cosa que les permita dar rienda suelta a la lengua o a la tecla. Entonces, santos y mártires por el país y por el bien común, se dedican a explicarse y a justificar las decisiones que tomaron cuando estaban en el poder, y las maquillan, las peinan y las 'photoshopean' más que una portada del ¡Hola! Yo haría lo mismo, por cierto, que para qué le vas a dar munición al enemigo. Por eso me quedo con las memorias kamikaze de Espartaco Santoni: cárcel, juego, drogas, mambo, mucho sexo y muchos cuernos. Al menos, tenían más gracia. Y hacían honor a su título, 'No niego nada'. Las primeras de Rajoy se llamaban 'En confianza' y, las últimas, 'Una España mejor'. Hemos pasado del nombre de un programa de televisión de Toñi Moreno a un eslogan de campaña para las próximas elecciones. Podrían haberse llamado 'Vivo en el lío', que fue como Rajoy definió su día a día como presidente del Gobierno. Rajoy tiene frases para titular veinte tomos de memorias. O una película de Esteso y Pajares.