Borrar

Percibí que era una experiencia que había vivido hace un buen puñado de años. En aquella fila, mi mente me regaló un viaje inesperado al pasado: uno en el que estaba aterida con mis dos hijos entusiasmados esperando para entrar en Las Gaunas a recibir ... a los Reyes Magos. Una mezcla de nervios y de frío que les hacía mover los pies en un baile involuntario, pero necesario, para ir dando salida a la adrenalina que provocaba que sus corazones latiesen como los de los caballos al acercarse el aterrizaje del helicóptero de sus Majestades.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

larioja Víspera de Reyes en abril