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El Gobierno ha variado sustancialmente su posición respecto al contencioso del Sáhara Occidental al considerar la propuesta de Marruecos de 2007 de conceder la autonomía a ese territorio. Con ello España se alinearía con Francia y EE UU, dejando de lado la última resolución del ... Consejo de Seguridad de la ONU al respecto que se limitó a «tomar nota» de aquella iniciativa marroquí. El hecho de que la decisión no haya sido motivo de deliberación en el Consejo de Ministros ni compartida con el principal partido de la oposición, al tiempo que haya trascendido por una comunicación de la Corona alauí, constituye una anomalía que resta prestancia a una reorientación en política exterior expresamente dirigida a mejorar las relaciones con Marruecos más que a ofrecer una salida al conflicto del Sáhara. La consecuencia inmediata de que España se incline por la autonomía de su excolonia dentro del Reino marroquí es que concibe el problema como un asunto interno de aquel país. A partir de lo cual el autogobierno ofertado por Rabat hace exactamente quince años, que dibujaba para el Sáhara Occidental un modelo semejante al de cualquier autonomía en España, pasa a ser tratado como una eventualidad sujeta al desiderátum marroquí. Teniendo en cuenta además que Marruecos no atesora bagaje alguno en la descentralización constitucional de su territorio, y con el problema añadido del destino que espera a la población saharaui asentada en los campamentos de Tinduf.
El Ministerio de Exteriores español ha interpretado la carta de Pedro Sánchez a Mohamed VI como expresión de un acuerdo largamente trabajado entre ambos gobiernos que aseguraría la integridad territorial en lo tocante a Ceuta y Melilla así como el dominio sobre las aguas que rodean a las Islas Canarias con su fondo marino. Junto a lo que Marruecos se comprometería al control de «la inmigración ilegal» y la colaboración mutua para la seguridad. Pero son términos que exigirían una declaración conjunta a la mayor brevedad, tanto con motivo de la visita que el ministro José Manuel Albares realice en próximos días a Rabat como sobre todo cuando Sánchez se reúna con el Rey alauí. El viraje operado tan sorpresivamente por el Gobierno puede distender el flanco sur de la Unión Europea cuando los Veintisiete necesitan centrar sus esfuerzos en la contención de la amenaza rusa, pero Argelia precisará algo más que una compra masiva de gas para no inquietarse ante el espaldarazo que esto significa para Marruecos.
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