Borrar

El viejo futuro

CHUCHERÍAS Y QUINCALLA ·

Teri Sáenz

Logroño

Domingo, 3 de julio 2022, 02:00

Muy cerca de mi casa hay una residencia de personas mayores. Es una de esas construcciones rotundas con aire ministerial y algún desconchón. Tiene un patio interior jalonado de plataneros y los aparatos del aire acondicionado están camuflados en la azotea, al lado del cartel ... luminoso con el nombre del centro bien grande. Desde mi balcón, cuando el sol no llega a deslumbrar, se intuye a lo lejos la silueta de los inquilinos asomándose a las ventanas, como queriendo rebañar unas gotas de vitamina D. Algunas tardes entre semana y todos los domingos, la mayoría baja al parque. Los familiares que van de visita los recogen de sus habitaciones, los sientan en una silla de ruedas y van juntos a dar una vueltita por los alrededores en lo que es seguramente un hito mayúsculo en su rutina. La calle se puebla entonces de hijos y nietos empujando a sus padres y abuelos. Van, vienen, se cruzan a ritmo muy lento y cada pocos metros hacen escala en algún banco antes de recorrer el siguiente tramo. Son momentos enternecedores.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

larioja El viejo futuro