VERSO LIBRE

Tótem del cine independiente, sus últimas obras revelan a un autor ecléctico y apasionado, de temperamento amortiguado y vena menos guerrera, capaz de filmar cine vampírico y de zombis pero dejar en medio un delicado y bello relato sobre el mundo interior de un escritor.

Adam Driver es un conductor de autobuses llamado Paterson y que vive y trabaja en la ciudad de Paterson (New Jersey). Su misión en la vida, aparte de compartirla con su pareja, Laura (Golshfiteh Farahani) y acariciar su bulldog, Melvin, consiste en componer una retahíla de odas poéticas que brotan de lo más profundo de su ser y de la sensible observación de su entorno cotidiano. Se trata de una curiosa y atractiva 'road movie' que gira en torno al móvil sobre la creación literaria. Circular por la ciudad conduciendo y repitiendo ruta, agudizar el oído para escuchar el más nimio diálogo de una cotidiana conversación, significan los motores de inspiración para construir un poema. Un texto de raíz lírica que es la comunión de Paterson personaje con Paterson ciudad.

Un maridaje sereno que le permite al contemplativo Jim Jarmush conformar un filme sencillo y austero, muy espartano en la forma y con un lenguaje transparente, de gran fuerza comunicativa y cierto esplendor empático. La película está estructurada según los días de la semana. Jornadas compartimentadas que marcan los patrones que se repiten con rutinario mecanismo cuyo cénit no es otro que los estímulos que el poeta recibe en su devenir diario, cuya inspiración es la inmediatez del momento. Tanto es así que Jarmush se permite el talento de sobreimprimir en la pantalla las ocurrencias del escritor, haciéndo partícipe al espectador de su inspiración. Petterson es un título hermoso, con hechizo, que habla del hábito y de las pequeñas cosas que lo rodean.