Dos velocidades
Editorial ·
La dispar incidencia del COVID en las economías de la UE debe empujar a España a prepararse para una vuelta al rigor contableSecciones
Servicios
Destacamos
Editorial ·
La dispar incidencia del COVID en las economías de la UE debe empujar a España a prepararse para una vuelta al rigor contableNi los líderes europeos más optimistas pueden ocultar ya una dolorosa evidencia: la nueva ola de contagios por la pandemia, además de tensionar los sistemas de salud y engrosar el número de víctimas, prolongará la mortecina situación de la economía. Las severas restricciones implantadas en ... buena parte de la UE para contener la descontrolada transmisión del virus lastrarán el consumo y la actividad, de forma que la briosa recuperación prevista primero, para la segunda mitad del pasado año, y luego, para el inicio del actual, deberá esperar unos cuantos meses.
Aunque no siempre al unísono ni con el mismo ímpetu, el COVID se ha extendido con intensidad por el conjunto de la Unión. Sin embargo, el alcance de la profunda crisis que padece la zona es dispar, lo que obedece no solo a las distintas respuestas sanitarias ofrecidas por cada país, sino, sobre todo, a sus diferentes estructuras económicas. La contracción de un 5% del PIB con la que Alemania cerró el último ejercicio apenas representa la mitad de la sufrida por España, Italia o Francia, cuya dependencia del turismo –el sector más zarandeado por las limitaciones a la movilidad– les ha hecho más sensibles a los estragos causados por la emergencia epidemiológica. La masiva administración de la vacuna taponará ese flanco, pero no de inmediato y, sobre todo, no podrá corregir por sí sola los desequilibrios entre el norte y el sur que ha agravado la pandemia.
La Comisión Europea ha alertado de los riesgos al respecto, de los que deberían tomar los gobiernos afectados. Una recuperación a dos velocidades, como la que sugieren algunos datos, pondría a prueba la cohesión interna de la UE. Y, en serias dificultades, a los países más rezagados, como el nuestro, en cuanto Bruselas retome la senda de la ortodoxia. La barra libre concedida al gasto público para combatir la crisis, al margen de los estrechos márgenes marcados por el Pacto de Estabilidad, es una apuesta cuya necesidad no admite discusión, pero que no podrá mantenerse de forma indefinida. El rigor contable volverá en cuanto la Unión recobre impulso. Y, con él, de nuevo el férreo control del déficit y la deuda. Con ambos indicadores fuera de control, España precisa un plan para ajustarlos de forma paulatina en los próximos años, en los que deberá realizar un serio esfuerzo para sanear sus finanzas que el Gobierno no puede ignorar y que requeriría un amplio consenso político y social.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.