Uvas, vino y fronteras

La papeleta queda ahora en manos de la Comisión Europea, cuya genética garantista anima a pensar que aguardará a que se solucionen los recursos administrativos y judiciales abiertos contra esa pretendida fórmula de incardinar una nueva denominación de origen en un territorio ya concernido por otra denominación de origen. Entre esos recursos debe resolverse el instado por el Consejo Regulador de la DOCa Rioja ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, que considera que alude a la superposición de territorios y a la mínima existencia de elementos diferenciales que justifiquen la pretendida contraetiqueta 'Viñedos de Álava'.

Una disputa con fondo político, con un más que dudoso apoyo de los propios elaboradores alaveses, que pone en jaque, sin embargo, la que ha sido la base del desarrollo económico y social, además de cultural, de unos territorios que en realidad comparten mucho más de los que les diferencian unas fronteras administrativas. Y que ataca el sustento y el prestigio ganados en años por miles de familias riojanas, alavesas y navarras. La atomización de la DOCa Rioja que pretende el nacionalismo del Bildu y del PNV solo puede ser contestado con la fuerza que le aporta a Rioja la unidad de su sector, una unidad cimentada también en el respeto por la diversidad como estrategia de éxito demostrado.