La aprobación por parte del Gobierno vasco de la Denominación Viñedos de Álava (Arabako Mahastiak ), como solicitó la Asociación de Bodegas de Rioja Alavesa (ABRA) para comercializar sus vinos con una etiqueta al margen de la DOC Rioja, es otro paso hacia el incierto precipicio ... al que nacionalismo parece empecinado en conducir al sector vitivinícola alavés. Pero, más allá de contrasentido y la inoportunidad de la iniciativa, es cierto que esta es motivo de confusión para el consumidor y un gesto que daña la imagen de la DOCa Rioja. Los mensajes de unidad frente a este plan enosecesionista que ya han dado las instituciones riojanas no deben perder ni un grado de fuerza por los interés partidistas al calor preelectoral. Así lo debe sentir el sector y su representante común, el Consejo Regulador. La pregonada unicidad de Rioja debe sostenerse en la unidad de todos sus actores. También de la unidad de acción política, institucional y de partido, para oponerse desde la legalidad, y la rotundidad, a esta nueva ocurrencia nacionalista. Porque conocido es por experiencias precedentes que cuando el nacionalismo envida lo hace desde la convicción de que antes o después se reto será aceptado como moneda de cambio de tal o cual apoyo que convenga a cualquiera de los dos lados del espectro político.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

¡Oferta 136 Aniversario!

Publicidad