Unidad a la baja
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Se incrementan las dudas sobre si el partido de Junqueras se mostrará algún día dispuesto a dar la espalda al maximalismo de Torra y los suyosSecciones
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Se incrementan las dudas sobre si el partido de Junqueras se mostrará algún día dispuesto a dar la espalda al maximalismo de Torra y los suyosLos más de setecientos alcaldes de Cataluña que se reunieron ayer en un acto encabezado por el presidente de la Generalitat, Joaquim Torra, el presidente del Parlamento autonómico, Roger Torrent, y el vicepresidente Pere Aragonès, no representaban -en contra de lo que sugirió este último- ... a todos los vecinos de sus respectivos municipios sino a la parte de catalanes que estando en desacuerdo con la sentencia del Supremo se inclinan por desconectar a su comunidad autónoma de la España constitucional mediante una república propia. Era el foro idóneo, sin réplica posible, para que Torra volviera a anunciar un próximo referéndum de autodeterminación como horizonte ineludible, al tiempo que abogaba por la unidad del independentismo para hacer que el Estado -del que es la máxima autoridad en Cataluña- se siente a negociar. Unidad que él y Puigdemont preconizan no solo para conferir verosimilitud al objetivo de la secesión, sino para asegurarse el control sobre el conjunto de los independentistas impidiendo la gestación de posturas críticas. El señuelo de la unidad volvió a ser ayer tan eficaz, que no hubo diferencias entre las voces de JxCat y las de ERC; incrementándose las dudas sobre si el partido de Junqueras, Torrent y Aragonés se mostrará algún día dispuesto a dar la espalda al maximalismo de Torra y los suyos para arriesgarse en la búsqueda de una salida posibilista a la frustración que sienten tantos y tantos independentistas desde hace ahora dos años. La pugna por hegemonizar el secesionismo no está conduciendo a planteamientos que revisen -más allá de algunas frases inconexas- esa suerte de estrategia trazada con los hechos de septiembre y octubre de 2017. Todo lo contrario, diríase que ni JxCat ni ERC pueden pretender la hegemonía sobre el campo independentista sin atarse de pies y manos en la unidad secesionista; por temor a que el mínimo cuestionamiento del canon establecido, el mínimo desapego hacia el resto de quienes persiguen la desconexión del Estado español, les relegue a un segundo puesto en la carrera electoral que más temprano que tarde tendrá lugar también en Cataluña. Pocas horas antes de la multitudinaria manifestación -aunque a la baja-, el encuentro con los alcaldes permitía a Torra, Torrent y Aragonés encuadrar políticamente la marea humana que vendría después. Siempre con la mirada puesta en hacer de la contestación a la sentencia del Supremo una causa alineada indefectiblemente con la creación de un Estado propio para Cataluña como expresión de su visión uniformadora del país de los catalanes.
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