Cuatro décadas no son nada
¿Qué hemos aprendido y qué nos queda por alcanzar al celebrar hoy el Día Mundial de la Lucha contra el Sida?
Txema García Calleja
Médico de salud pública
Viernes, 1 de diciembre 2023, 00:45
Secciones
Servicios
Destacamos
Txema García Calleja
Médico de salud pública
Viernes, 1 de diciembre 2023, 00:45
Este 1 de diciembre de 2023 se celebra una vez más el Día Mundial de la Lucha contra el Sida, la enfermedad que vive con nosotros desde aquellos primeros casos de una neumonía atípica descritos en 1981 en Los Ángeles. Pero sería dos años mas ... tarde, en 1983, cuando el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) sería descrito como el causante de la enfermedad. Han pasado ya cuatro décadas. ¿Qué hemos aprendido y qué nos queda por aprender?
Que una enfermedad originada en un rincón de los Grandes Lagos en África podía propagarse silenciosamente por todo el mundo, y que no había ni país, ni raza, ni religión que protegiese del VIH. Que de alguna manera estamos todos conectados. Ya lo decía Alexander Humboldt hace dos siglos. La epidemia de la covid-19 sería otro ejemplo reciente.
Que tenemos que hablar de sexo. Si a algo positivo ha contribuido la epidemia del VIH es a que había que hablar de la sexualidad abiertamente. Rock Hudson, el actor estrella de Hollywood, salió del armario y su muerte temprana hizo posible que el tema de la homosexualidad saltase a la arena púbica, política y social. De pronto se hablaba de sexo y condones en las sobremesas y los políticos lo hacían, aunque con cierto sonrojo.
Que África no es un país. África subsahariana es tan diversa y variada como todos los continentes y la epidemia del VIH no es la excepción. La epidemia del VIH ha afectado de manera desigual al continente. Mientras algunos países han alcanzado cifras del 25% al 30% en adultos, otros no han sobrepasado el 1%. A mediados de los años 80 se promovieron los primeros programas de control y prevención, prácticamente todos los países lanzaron sus programas nacionales dentro de los ministerios de Salud.
Noticias relacionadas
El VIH era percibido sencillamente como un problema médico de carácter biológico y que necesitaba una respuesta acorde al modelo médico sanitario dominante en nuestra sociedad. Cuarenta años más tarde, los avances en este sentido han sido claros. Actualmente la epidemia del sida en África es percibida como un problema social del desarrollo por la mayor parte de los países africanos.
Que la sociedad civil tiene que organizarse y puede alcanzar mucha fuerza. Organizaciones como Act Up en EE UU y en Francia fueron capaces de hacer girar la política discriminatoria y forzar a los Gobiernos a invertir en programas de tratamiento y prevención. Asociaciones civiles, ONG y organizaciones comunitarias de base se han expandido en muchos países para reivindicar los derechos de las poblaciones más afectadas por la epidemia del sida. Siguen ahí en su batalla cotidiana, el activismo había nacido.
Que los programas de prevención del uso de drogas inyectables podían ser eficientes y efectivos. Si en los años 80 vimos a muchísimas personas morir a causa de las drogas y el sida, hoy en día en muchos países, como Portugal y España, entre otros, han sido capaces al menos de mitigar el daño causado y casi hacer desaparecer el problema de las drogas inyectables.
Que el compromiso político y la inversión en los sistemas sociales y de tratamiento, tanto a nivel internacional como los presupuestos de los países, han hecho posible que casi 30 millones de personas estén en tratamiento antiretroviral; y la mayor parte de ellas en África subsahariana y así puedan tener una vida normal. Y un número aún mayor de infecciones evitadas gracias a la prevención y la educación sobre sexualidad en las escuelas.
Que el estigma y la discriminación de las poblaciones más vulnerables siguen siendo un factor que contribuye a la propagación del VIH y dificulta el acceso a los tratamientos en estas personas en muchos países. Si en los años 2000-2010 había avances en muchos países africanos sobre la temática de la homosexualidad, en la ultima década hemos sido testigos de los retrocesos con nuevas leyes homofóbicas en Uganda o Tanzania, por no hablar de Rusia y otros países.
Nos queda por aprender cómo superar los retos de la resistencia a los medicamentos, desarrollar una vacuna efectiva (tal vez con las nuevas tecnologías de la vacuna de la covid sea posible), cómo llegar a esas personas que siguen viviendo al margen de la sociedad y son más vulnerables a la infección del VIH, cómo llegar a tener una cura definitiva, cómo vencer a esa nueva ola de políticos que promueven leyes discriminatorias, y tantas otras cosas.
Cuarenta años son muchos en la vida de una persona, pero en este recorrido cuatro décadas no son sino el comienzo de una historia que esperamos tenga un final feliz.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.