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Trump, bajo sospecha

Trump, bajo sospecha

Editorial ·

El proceso de destitución abierto contra él condicionará las elecciones presidenciales del próximo año

Jueves, 26 de septiembre 2019, 08:52

El procedimiento de 'impeachment' abierto por la presidenta del Congreso estadounidense, Nancy Pelosi, contra el presidente Donald Trump, sobre la presunción de que el pasado 25 de julio éste había instado al presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, a investigar las actividades de Joe Biden y ... las de su hijo Hunter en relación a una compañía gasística de aquel país, presenta vertientes jurídico-institucionales y políticas que no pueden disociarse a un año de las presidenciales estadounidenses. «Nadie está por encima de la ley», advirtió Pelosi al anunciar el 'impeachment' o proceso de destitución. La denuncia de un funcionario de inteligencia sobre la posible presión ejercida por el presidente de Estados Unidos para que un mandatario extranjero se aviniera a sus intereses particulares no solo permite, sino que obliga a la Cámara de Representantes -informada de tal extremo- a la apertura de una investigación tendente a la destitución de Trump. Después de que no pudieran demostrarse las connivencias entre el entonces candidato a la presidencia de Estados Unidos y el régimen de Vladimir Putin, para que el primero obtuviera ventajas de manipulación informativa de cara a los comicios que le condujeron a la Casa Blanca, la mayoría 'demócrata' del Congreso se ha visto emplazada a dar inicio a un proceso de inciertas consecuencias jurídico-institucionales y políticas. Resulta significativo que ayer la Presidencia de Estados Unidos hiciera pública la grabación de la conversación de Trump con Zelensky, tratando de conferir normalidad a las indicaciones presidenciales. Ni siquiera el desmentido de Zelensky sobre la presunta coacción puede eximir a Trump de su incorrecta conducta al buscar la complicidad del presidente ucraniano contra su más importante adversario 'demócrata'. En tales circunstancias, la concurrencia de las seis investigaciones abiertas en el Congreso sobre las actividades de Trump se vuelve políticamente crucial ante las presidenciales del 3 de noviembre de 2020. Los 'demócratas' saben que les resultará más que difícil inhabilitar a Trump cuando deberían contar con el apoyo de diecinueve senadores republicanos para culminar el proceso. De manera que el pulso del 'impeachment' se juega en el tiempo. A Donald Trump le interesa presentarse como el candidato republicano víctima del acoso de quienes querrían devolver al país al dictado de las pretensiones 'federales', tratando siempre de que el proceso de 'impeachment' se sustancie cuanto antes. Pero lo urgente e importante para el resto del mundo es que las vicisitudes internas en la política estadounidense no se sumen a la desaceleración de la economía global y a las tensiones geoestratégicas.

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