Trombones y brackets

Me los suelo encontrar a mediodía en la parada del conservatorio. Ellas, apartándose las melenas largas y lisas de la cara con un movimiento de cabeza; ellos, con los granos al aire, la raya al lado y la barba incipiente; todos arrastrando un violonchelo o ... cargando un trombón. Suben al autobús con los instrumentos a cuestas mientras hablan en voz muy alta y se ríen enseñando los brackets. Después, se sientan donde pillan, acomodan los instrumentos, sacan sus teléfonos y comienzan a wasapear a la misma velocidad con la que sus dedos se mueven sobre las cuerdas de la guitarra o los pistones de la trompeta. Pero el lunes, y gracias a 'Entre cuerdas y metales', una iniciativa nacida para impulsar la carrera de jóvenes músicos, en lugar de coger los móviles desenfundaron sus instrumentos y comenzaron a interpretar piezas de Beethoven. Los conductores, vencidos, apagaron la radio y dejaron que sonara la 'Marcha turca'. Por una y gloriosa vez, Beethoven le ganó a Manuel Carrasco.