Secciones
Servicios
Destacamos
El independentismo sigue empeñado en desafiar la legalidad, no aceptar más que aquellas decisiones judiciales que le son favorables y confundir las contrarias con supuestos «golpes de Estado». La negativa de Quim Torra a acatar la resolución de la Junta Electoral Central que le retira ... su acta de diputado del Parlamento catalán, en ejecución de una condena que le inahabilita por el delito de desobediencia, le sitúa al borde del desacato y es impropia de un dirigente democrático. El Tribunal Supremo rechazó ayer suspender con carácter de urgencia tal medida, lo que no prejuzga el sentido de su fallo definitivo. El pronunciamiento de la Junta Electoral es jurídicamente discutible, como lo prueba que fuera aprobado por siete votos contra seis. También que, así como la condición de parlamentario resulta ineludible para ser elegido presidente de la Generalitat, su pérdida conlleve la automática destitución del cargo. No lo es, en cambio, que Torra está obligado a aceptar las normas del Estado de Derecho y que su radicalismo condena al fracaso su interlocución sobre la crisis catalana con Sánchez.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.