Hoy me toca a mí

A los alumnos les toca aprovechar al máximo sus capacidades para aprender, para ser los científicos o los gobernantes del futuro que podrían tener que enfrentarse a una situación similar

Silvia Carlos Chillerón (Profesora del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública Universidad de Navarra)

Viernes, 13 de marzo 2020, 17:54

Como a tantas otras personas, hoy me toca a mí.

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A los profesores hoy nos toca organizar nuestra docencia, buscar las mejores opciones para que nuestros alumnos puedan seguir aprendiendo, precisamente en mi caso, las bases de la Epidemiología y la prevención de las enfermedades ... infecciosas. A los alumnos les toca aprovechar al máximo sus capacidades para aprender, para ser los científicos o los gobernantes del futuro que podrían tener que enfrentarse a una situación similar. A los investigadores nos toca reorganizar las tomas de muestras de los pacientes, su procesamiento o el análisis de resultados, para que a pesar de la cuarentena, siga avanzando la investigación. El personal sanitario y autoridades sanitarias tienen que planificar y replanificar cada consulta, cada urgencia. También como padres, familiares, etc.

Todo tiene un porqué. Tenemos que seguir contribuyendo a cortar la cadena de transmisión del virus porque, como indicaba el Director General de la Organización Mundial de la Salud, «los países que decidan abandonar las medidas fundamentales de salud pública, pueden acabar teniendo un problema mayor y mayor carga en el sistema sanitario que requeriría medidas de control más severas». Por eso tenemos que contribuir y para ello nos ayuda entender el porqué. Para la mayoría de los que ahora nos toca contribuir, el riesgo de enfermedad grave es bajo. Probablemente por el momento la mayoría no tenemos síntomas, como es el caso de los estudiantes que se han quedado sin clases. Pero en algún momento podemos ser transmisores. Tenemos que recordar que la transmisión del SARS-CoV-2 tal y como indica el Ministerio de Sanidad, tiene lugar principalmente por contacto directo con gotas respiratorias (capaces de transmitirse a distancias de hasta 2 metros) y las manos o superficies contaminadas con estas secreciones. Por otro lado, aunque como indican los Centers for Disease Control and Prevention de EE.UU., se cree que la población es más contagiosa cuando presentan más síntomas, también afirman que puede ocurrir alguna transmisión antes de que aparezcan los síntomas, aunque no parezca la vía principal de contagio. Aún conocemos poco de este virus, pero está claro que si cortamos ese contacto directo podemos evitar ser fuente de infección para otras personas a las cuales la infección sí les puede suponer un alto riesgo. Precisamente esta semana la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard citaba 7 pasos para ralentizar la expansión, incluyendo este «distanciamiento social». Confiemos que gracias a todas las medidas que nos tocan (o trastocan) estando sanos, no nos toque vivirlas como enfermos.

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