Titulación en José Sacristán

Anoche se dieron los Goyas y el Sacristán. Los premios del cine español también podrían ser, con mucho fundamento, los Sacristanes: Sacristán a la mejor película, Sacristán a la mejor actriz, Sacristán a los mejores efectos especiales, etc... Incluso José Sacristán también podría estar nominado ... algún año al Sacristán de algo. De hecho, anoche le dieron el Sacristán por antonomasia. El Sacristán al mejor Sacristán. Y por toda su carrera. A él, que lo que hubiera querido siempre es ganar un Fernán-Gómez, porque su objetivo, declarado desde el principio, fue progresar adecuadamente en la carrera de Fernando Fernán-Gómez, que tiene rango de especialidad. Curso a curso, facultad a facultad y asignatura a asignatura. Así, en las miles de entrevistas que le han hecho a lo largo de su carrera a José Sacristán, ha ido anunciando en qué curso de esta titulación se encontraba, aunque nunca le he oído que hubiera pasado de Primero de Fernando Fernán-Gómez. Algo que, en su caso, lejos de suponer un fracaso escolar hay que verlo como un aprovechamiento de los fundamentos fernandianos. Y signo de modestia ante su magisterio. No obstante, si revisamos el expediente académico de Sacristán, todas las disciplinas en que consiste el grado en Fernando Fernán-Gómez aparecen más que superadas: cómico I, cómico II (esto pasa por examinarse en actor de carácter, de reparto o genérico, gracioso, galancito joven y dramático), teatro I, teatro II (voz, declamación, radio, comedia y dramáticos para televisión) y cinematografía I, cinematografía II (comedia popular, tercera vía, desarrollismo, tardofranquismo, Garci, Olea, Berlanga, Gutiérrez Aragón, David Trueba y última hora, con extensiones a otras tendencias y géneros) y Dirección (se licenció dirigiendo dos películas, incluso una con Fernán-Gómez dentro) y Prácticas (que consistían en trabajar con el propio Fernando Fernán-Gómez en el cine, prueba en la que Sacristán estuvo a la altura en todas las ocasiones). En voz, por cierto, Sacristán iba muy adelantado, con el aprobado ganado (en radio, una matrícula como una casa más curso puente en las ondas bonaerenses, solo en la madrugada, y un doctorado como protagonista de varios musicales: hasta ahí ni el maestro pudo seguirle). Desde luego, los premios del cine español también podrían ser los Fernán-Gómez. Y una de las categorías a premiar podría ser el Fernán-Gómez al mejor Sacristán. Y anoche bien pudo sentir José Sacristán que era un poco así, el cum laude. Aunque éste, en cierto modo, lo tenía por el Carlos Galván de El viaje a ninguna parte, que puede considerarse un reconocimiento ademas de una suerte de dramatización de su carrera en –y en este viaje en concreto 'con'– Fernando Fernán-Gómez. Ahí el alumno se puso en la piel y el discurso del maestro, culminando un honoris causa a la profesión. Los Galvanes fue la familia que Sacristán compartió con Fernán-Gómez, todo un master. También, se me ocurre, que podrían existir unos premios Galvanes en el cine o en el teatro españoles. Anoche, ya con ochenta y cuatro años que lleva perfeccionando Primero de Fernán-Gómez, ahondando en la materia, el decano José Sacristán constituye en sí mismo otra titulación troncal de las artes escénicas y cinematográficas de España. Ahora ya son muchos, directores, actores, actrices, los que han empezado a cursar Primero de José Sacristán. Mientras él, en los ratos libres de tutorías va puerta a puerta, ya lo hemos visto en la tele, hablando por las casas del cine español, ejerciendo de profeta de las películas del año, y compartiendo mesa y mantel. También los espectadores y espectadoras del cine y del teatro españoles hemos ido formándonos en la carrera de José Sacristán, y nunca ha sido a distancia, sino como en casa. Esa sensación de haber ido aprobando (o no) juntos asignaturas pendientes. Anoche los aplausos iban ese sentido, de complicidad con alguien que permanece, que aguanta, que cambia, que no ve el final de su universidad.