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Esta era una parejita de novios que llegan vírgenes al matrimonio (si será viejo el chiste) y la noche de bodas a ella le da cosa consumar, así que, pretextando cansancio, le pide al mozo que se espere al día siguiente. Llegado el momento, él ... lo intenta de nuevo, pero a ella le duele la cabeza, así que a dormir. La tercera noche ni estaba cansada ni le dolía nada, pero, sencillamente, no se sentía preparada. Ante la insistencia del chico, como a ella le daba apuro verbalizar el «no es no» y él se frustraba cada vez que tenía que envainársela, la chica le propuso el siguiente código: cuando nos acostemos te cogeré de la orejita y si me apetece te daré un tironcito y, si no, dos. Él accedió y noche tras noche esperó pacientemente el tironcito único, que nunca se producía, hasta que planteó la siguiente contrapropuesta: cuando nos acostemos me cogerás de la colita y si te apetece me das un tironcito y, si no, doscientos.

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larioja Tirones