Borrar

Tiempos incómodos

A LA ÚLTIMA ·

Jueves, 13 de octubre 2022, 02:00

Llevo una camiseta que está para el arrastre. La encontré por internet en una tienda de Londres hace años, y me la he puesto tantas veces que está agujereada y medio transparente. Tendría que tirarla a la basura, pero soy incapaz. «Eso solo sirrve parra ... haserr trrapos», me dice Maya, rusa perdida y ajena al sentimentalismo roperil. Vale, tengo al enemigo en casa, pero con tal de que alguien me eche una mano con la limpieza de la cocina y de los cristales me da igual que me tilden de colaboracionista. Eso sí, como me rompa la camiseta la que monta la III Guerra Mundial soy yo. La camiseta morirá conmigo. Es más que un trozo de tela con la estampación desvaída y el cuello desbocado; es un refugio. Es confortable, ligera, dulce, cómoda. Y es muy difícil renunciar a la comodidad: a la ropa cómoda, a las relaciones cómodas, a los curros cómodos (alguno habrá) y a la gente cómoda, que rulan por ahí algunos interfectos que pican como un jersey de lana barato.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

larioja Tiempos incómodos