Uno de los interrogantes más notables que se abren con la incorporación de Vox a la gobernabilidad de Castilla y León es cómo repercutirá esta participación inédita de la derecha radical en un Ejecutivo autonómico en una España de las comunidades en la que el ... partido de Santiago Abascal no solo no cree, sino que aspira a revertir. Si, en el caso del Gobierno de Pedro Sánchez, acordar con formaciones independentistas que ambicionan desgajar a sus sociedades del Estado constitucional tensa inevitablemente la coherencia institucional, la inclusión, del brazo del PP, de Vox en la coalición castellonoleonesa representa un hecho desconocido en un Estado que ha cimentado su progreso en la descentralización autonómica; entendida esta como la gestión más próxima, y por ello eficaz, para la ciudadanía. En un momento en el que en España coexisten las aspiraciones del separatismo con las pulsiones centrípetas encarnadas por la extrema derecha, el nuevo PP de Feijóo tiene ante sí la responsabilidad de guardar la congruencia con la apuesta inequívoca de su líder por el autonomismo constitucional y de convertirla en un factor de moderación frente a la desmesura de todo signo.
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