El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a amenazar ayer a China con suspender el acuerdo comercial entre ambos países si Pekín no gasta lo pactado en productos agrarios como dispone la primera fase de dicho tratado. «Vamos a tener que ver lo que ... pasa con la compra de productos por lo que ha pasado [el Covid-19]. Se aprovecharon de nuestro país. Ahora tienen que comprar y, si no lo hacen, acabaremos con el acuerdo. Así de simple», fueron sus palabras textuales según el South China Morning Post, que ha reflejado la irritación del Gobierno del país asiático, ya molesto por la atribución por Washington del coronavirus a un error más o menos malicioso de un laboratorio de Wuhan. Efectivamente, la primera fase del referido acuerdo incluye la reducción de los aranceles adicionales por parte de EE UU a productos chinos por valor de 120.000 millones de dólares a cambio del compromiso de China de adquirir bienes y servicios estadounidenses por valor de 200.000. Habrá que ver si después de la gran crisis global, estas cifras pueden mantenerse; en todo caso, es obvio que, a pocos meses de las elecciones de noviembre, Trump hará cuanto pueda por culpar a otros de la gran recesión de su país.
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