La Unión Europea ha renunciado a imponer la 'tasa Google' -un impuesto que iba a gravar a las grandes tecnológicas- ante el bloqueo de Irlanda, Dinamarca, Suecia y Finlandia. La Comisión Europea, que propuso un tipo del 3% sobre el negocio de las plataformas de ... publicidad online, intermediarias o de venta de datos, lo justificó en su momento porque las empresas pagan de media casi el triple que las tecnológicas. La idea, bien vista en España y en Francia, sus principales impulsores, no ha prosperado; sólo un poco previsible acuerdo en la OCDE lo pondría en marcha. Las grandes tecnológicas utilizan sofisticada ingeniería fiscal para pagar menos impuestos, ante la pasividad de los Gobiernos europeos, que deberían preocuparse por sostener los cada vez más precarios estados de bienestar. La modernidad no puede justificar el fin de la Europa social ni permitir la ley de la selva.
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