Aunque el verano no ha finalizado, esta semana supone el fin de las vacaciones para la mayoría de ciudadanos. La vida retoma su cadencia regular, recomienza el ritmo habitual del curso político y en la enseñanza, de comercios, profesiones, Administraciones, etc. Aparte de la depresión ... postvacacional que algunos esgrimen, y del intento comercial de las 'escapadas de otoño' para prolongar el negocio turístico y mitigar el peso de la reincorporación, desearíamos encontrar alivio en las preocupaciones que dejamos.
Publicidad
Sin evidencias de que la vuelta al ritmo habitual comporte cambios sustanciales en educación, ni mejoras en la política, ni de que conflictos armados en curso como la invasión de Ucrania, o el de Israel y Palestina muestren vías de solución y, aunque el IBEX anuncie descongestión para muchas familias con hipotecas, o que la candidatura de Harris abra una vía de esperanza en las elecciones presidenciales norteamericanas, el panorama está plagado de variados retos sin resolver.
Por ejemplo, el poco conocido enfrentamiento civil en Sudán ha generado ya más de 150.000 muertos con interferencias de terceros países, sin una negociación política que aligere tensión en el Sahel. El comercio chino no solo fuerza a la Unión Europea a tomar medidas frente a la sobreproducción de vehículos eléctricos, sino que crecen cadenas chinas de venta on-line como Shein o Temu que invaden el mercado ofreciendo productos textiles o zapatillas a precios irrisorios. Bajo el lema «ningún hombre debería hacer un trabajo que puede hacer una máquina», llegan los 'robotaxis' en el espectro de los coches autónomos; en ciudades norteamericanas como San Francisco, empresas como Waymo cuentan con flotas de vehículos robotizados con control remoto que prestan servicio frente la aprensión de subirse a un coche sin conductor y la duda de si pueden cumplir con la seguridad necesaria o las señales de tráfico.
El turismo continúa siendo una fuente de riqueza a regular; se ha convertido en un fenómeno de masas que, más allá de la modernidad e interculturalidad que supuso, está cambiando la naturaleza de ciudades y entornos adaptándolos al gusto de los visitantes, saturando o incluso expulsando a la población local. Por si fuera poco, hay una declaración de emergencia sanitaria internacional frente a la nueva amenaza vírica por la enfermedad de la viruela del mono que hace necesario confiar en que el sistema sanitario haya aprendido del embite de la reciente pandemia para poder afrontarla adecuadamente.
Feliz retorno a la 'normalidad' cotidiana.
¡Oferta 136 Aniversario!
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Carnero a Puente: «Antes atascaba Valladolid y ahora retrasa trenes y pierde vuelos»
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.