Aunque climatológicamente no lo parezca, llegó el verano. Una de las pruebas evidentes es el haber traspasado la frontera temporal del 21 de junio que da inicio al período estival, pero otra prueba simbólica y festiva a nivel ancestral y multicultural es alcanzar el hito ... del solsticio de verano de la noche más corta del año, en la que se escriben estas palabras: la de San Juan. Una noche mágica en la que personas de todas las condiciones y culturas se dan la mano para celebrarla.

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A lo largo del año hay dos noches especiales en las que los humanos formulamos deseos, henchidos de esperanza; una, la noche de fin de año, pronunciamos buenas intenciones a cumplir a lo largo del nuevo año; la otra, la noche de San Juan, no solo formulamos deseos sino que quemamos simbólicamente todo aquello que tememos o no deseamos, en un entorno en el que se da la mano lo cristiano y lo pagano para quemar y purificar los lastres de nuestra vida. ¿Quién no ha formulado deseos saltando o rodeando la simbólica hoguera, celebrando con cava y dulce típico la corta noche?. Pero si la alegre noche de fin de año simboliza la longitud de la noche invernal y la melancolía de la oscuridad, la de San Juan simboliza la luz, la magia y la purificación de lo indeseado, en ella, el fuego quema e ilumina, mientras anuncia que hemos alcanzado la meseta del año para avanzar en el verano.

Preludia el inicio de verbenas, fiestas y jolgorios que se suceden a lo largo de los meses estivales, y el inicio del corto espacio de tiempo reservado al dolce far niente veraniego dejando a un lado la tensión sostenida durante los meses anteriores. En verano el calor puede ser agobiante (este se anuncia muy cálido a tenor del cambio climático, y políticamente) pero el cuerpo se toma un respiro y las costumbres se relajan para retomar con fuerzas la rutina.

Celebremos la vida en esta noche mágica, confabulemos con su magia los avatares e incertidumbres políticas evidentes en las que integridad, provocación y racionalidad luchan por marcar nuestro destino. Y al salir el sol de nuevo, recordemos la canción de Joan Manel Serrat: «El Sol nos dice que llegó el final. Por una noche se olvidó que cada uno es cada cual». Esperemos que la noche de San Juan sea mágica para todo.

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