Suspensión, pero con jotas

Por eso yo también me he alegrado esta semana al leer la estupenda noticia de que la ciudad de Santo Domingo de la Calzada, o sea, del Camino, ha reeditado «Los Milagros del Santo» merced al esfuerzo de un grupo de jóvenes. Veinticinco magníficos figuraban el martes pasado en la fotografía de Sara Esteso, herederos de las esencias más jacobeas del Camino Francés.

Porque se acerca el nuevo curso los medios de comunicación echan fuego –con el calor que hace– en el tema de la enseñanza, su tesitura actual, las múltiples ideas emanadas de los asesores de cada comunidad autónoma, las conjeturas de los enseñantes, el enigmático panorama que espera a los mocetes en materia de movimientos en los centros y en los patios, la exclusividad personal del material escolar, la limpieza de cada mesa y cada silla... Increíble lo que mueve la escuela.

La que nos tocó a nosotros debió de ser algo distinta, creo. Tengo en mis manos mi vieja y delgadilla enciclopedia de los años 40, heredada de un tío mío, en cuya primera guarda un día plasmé aquellos versos que, con esta versión u otras semejantes, solíamos reiterar en aquellos tesorillos impresos: «Si este libro se perdiere, / como puede suceder, / no es de rico ni de pobre / ni de conde ni marqués, / que es de un niño muy bueno / que a la escuela va a aprender. / Si queréis saber su nombre, / Félix Cariñanos es». Olé, no lo igualaba ni Lorca.

¿Se han enterado ustedes de que en Murillo el Fruto, cuna del legendario jotero Raimundo Lanas, el Ayuntamiento echa los bandos mediante altavoces que lanzan antes una jota interpretada por aquel navarro para que los murilleses reciban mejor las noticias y recomendaciones municipales? Supongo que asimismo en este agosto, al haberse suspendido las fiestas de la citada localidad, el aviso se habrá expandido del mismo modo. No estaría mal que las corporaciones riojanas imitaran semejante método armónico, aunque el tipo de música fuera seleccionado por votación popular, desde luego. Mi voto está claro: «Pido a los Ayuntamientos / que gobiernan en La Rioja / que, si suspenden las fiestas, / lo hagan, al menos, con jotas».