El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha desestimado la querella presentada por el fiscal general de Texas, Ken Paxton, para cuestionar el escrutinio efectivo de los comicios presidenciales que dieron vencedor a Joe Biden, a la espera de su ratificación mañana por el Colegio Electoral. Los términos en que se ha pronunciado la Corte Suprema no solo echan por tierra los propósitos de Donald Trump de enmendar su derrota reclamando la victoria ante los tribunales. Certifican además que el sistema democrático estadounidense cuenta con contrapesos basados en la independencia de los distintos poderes, que invalida las pretensiones del presidente para torcer esta vez el sentido del voto ciudadano. Ni siquiera apurando su potestad para nombrar en el tramo final de la campaña a quien reemplazase a la jueza Ginsburg, recién fallecida, pudo Trump imponer su mando. El auto del Supremo debiera servir también para que Donald Trump rectifique, aunque sea a regañadientes o de manera implícita. Y para que miles y miles de sus seguidores se percaten del desvarío que supuso negar las evidencias electorales denunciando de antemano que el primer martes de noviembre se iba a producir un fraude orquestado a nivel nacional.
¡Oferta especial!
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.