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En junio del 2018, María Marrodán ingresaba en la Delegación del Gobierno que ahora tutela para asistir a la toma de posesión de su antecesor, José Ignacio Pérez, luego de saludar con la frialdad que se reserva para los queridos rivales del partido a su ... entonces jefa, Beatriz Arraiz, quien tomaba el aperitivo en la terraza del Ibiza en compañía del sector senior de Martínez Zaporta. En la misma sala donde este martes se convirtió en la primera mujer que ostenta semejante cargo desde que en 1862 nació la figura del gobernador civil de la provincia, precedente del delegado del Gobierno, aún convivían hace apenas dos años la clase dirigente (del PP) que estaba a punto de dejar de serlo y la naciente dirigencia socialista que preparaba la conquista del Gobierno regional, el Ayuntamiento y el caserón del Muro de la Mata que hoy sigue en sus manos. El trono de Marrodán donde el PSOE vivió su particular supermartes, simbolizado en esa foto compartida por Marrodán con la ministra Robles y la presidenta Andreu. Tres mujeres: quien acudiera al acto en busca de alguna metáfora de qué pasa hoy en España, tuvo ración por triplicado.
Marrodán añadía a su condición femenina, mientras enhebraba un discurso muy bien armado con un par de referencias a otras dos mujeres (dos marías: de la O Lejárraga y Zambrano) otro título de alto voltaje: ese hito de ser la primera mujer que desempeña esa responsabilidad en La Rioja. Veteranos del edificio del Espolón se frotaban los ojos. No sólo porque veían llegada la hora de que la lógica de los tiempos, como había precisado con agudeza cabalística el secretario general en el discurso inaugural, se impusiera por fin también en la Delegación, sino porque en la angosta sala se diseminaban los compañeros de filas de Marrodán, que monopolizaban el espacio y dejaban arrinconados a los representantes del resto de partidos. Una imagen insólita en aquellos días del 2018, cuando semejante exhibición de poder se limitaba al reino de las fantasías socialistas. La imagen que contemplaba con esa sonrisa de quien creía haberlo visto todo José Ignacio Pérez: desde la sombras, el hacedor de este supermartes.
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