Secciones
Servicios
Destacamos
«...Nunca como hoy se desbordaron los retóricos del camelo. La fiebre de innovación, la exposición de las ideas más simples con las palabras más complicadas, la literatura del bla-bla-bla, se han puesto de moda. Pero lo curioso es que cuando los paladines ... de estas corrientes enderezan el rumbo no reconocen su error sino que se limitan a cantar las excelencias de los nuevos derroteros adoptados (por sabido, siempre en vanguardia). Dos notas caracterizan a estos tipos, a juicio de Ferrater, autosuficiencia y agresividad. En efecto, ninguna de las dos faltan». (Miguel Delibes)
Delibes escribió este texto tras la lectura de un artículo de J. Ferrater titulado 'Galimatías y tomaduras de pelo', el año 1970. Medio siglo después de que el gran escritor castellano advirtiera esta deriva en ella seguimos. La evolución tecnológica ayuda. Ahora ya no solo es posible exponer «las ideas más simples con las palabras más complicadas», ahora se puede incluso llenar de palabras complicadas una imagen con poco texto y ninguna idea.
Dice el sabio Emilio Lledó, siempre preocupado por la educación, que «hay que educar a los niños a pensar en el lenguaje, en el sentido de lo que dicen». También a los mayores. Hay que pensar antes de decir, por ejemplo, «un asunto bien resuelto» sin haber visto las imágenes de los inmigrantes muriendo en la valla de Melilla.
Pero advierte, «educar solo puede ser educar en ser libres. Por eso es tan importante la educación. Si se meten en la cabeza de los niños grumos mentales, ya no les dejan crecer en libertad». Cuidado, que tanto pueden formarse grumos en las ideas como en el lenguaje. Y hay expertos en gastronomía del grumo.
Ya me he quejado en otras ocasiones de la dificultad que tengo para entender algunas informaciones por la cantidad de palabras que no sé lo que significan. He llegado, incluso, a pensar que esto es premeditado: distraernos con las formas para que nos olvidemos del fondo. literatura del bla-bla-bla.
Por esta sospecha considero necesario contarle esto que aquí le cuento. En esta sociedad de la comunicación en la que resulta difícil digerir tanta información aireada por radio, televisión, redes, prensa... hay un gran silencio. «Nunca ha estado el hombre tan silencioso como hoy», dice Lledó. Hay mucho ruido, eso sí, y casi siempre los que vocean son los mismos.
Esta semana hemos sido informados de dos hechos: la muerte de muchos inmigrantes en la valla de Melilla y la cumbre de la OTAN en Madrid. Para mí dos informaciones desequilibradas. Una generó un gran silencio (en algún caso por el pasmo causado por lo visto y oído) y la otra mucho ruido. Pienso que a nosotros nos llega lo que quieren que nos llegue y en la forma que prefieren. Nos entretuvieron con el ritual de la cumbre y nos contaron poco de la sustancia del brebaje preparado. En La Rioja se hizo incluso 'patria' al informarnos sobre las alpargatas que calzó la reina y alguna primera dama y que han sido trajinadas en las tierras bajas, y sobre los vinos de Rioja con los que acompañaron el condumio los ilustres comensales.
Quienes están expuestos a la sociedad y nos hablan, porque gestionan lo público y lo privado y tienen influencia social, deberían atender estas cuestiones y reflexionar sobre el fondo y sobre la forma. Quizás ello animara un cambio en la deriva apuntada por Delibes.
Pero cuidado, como advierte el castellano, no enderecen el rumbo considerándose la vanguardia. Sean humanos, reconozcan su error, que no les pedimos ni siquiera contrición, ni mucho menos les imponemos penitencia.
Yo, incluso quedaría muy agradecido, si en el tránsito dejaran en el camino aquellas notas con las que Ferrater les caracterizaba, si las tienen.
Lo que nunca les perdonaría es que siguieran con sus «galimatías y tomaduras de pelo», empeñados en que «la substancia del ritual sustituya a la sinsubstancia del brebaje» como dice Pepe Carvalho cuando le ofrecen una copa de licor en El balneario.
(En Alcanadre, el día de San Pedro)
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Carnero a Puente: «Antes atascaba Valladolid y ahora retrasa trenes y pierde vuelos»
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.