El BCE acaba de lanzar un doble mensaje que no justifica dramatismo alguno, pero sí anuncia una etapa de cambios en su política ante la que es necesario prepararse. La escalada de la inflación será «más persistente» de lo esperado, ha reconocido su presidenta. Christine ... Lagarde, además, no descarta una subida de tipos este año que hasta ahora consideraba «improbable». Una vez consolidada la recuperación económica en la Eurozona –un proceso que España ha dejado de liderar–, el Banco Central Europeo se dispone a una retirada gradual de estímulos, a la que seguirá un aumento del precio del dinero –actualmente, en el 0%– como el ya iniciado por Gran Bretaña y el inminente en Estados Unidos. El desbocado IPC puede anticipar ambas medidas, que representan el final de una anómala aunque imprescindible excepcionalidad y, a la vez, un contratiempo para países como el nuestro con una deuda gigantesca al encarecer su financiación. Este panorama debe ser un acicate para reducir ese desequilibrio con un plan a varios años que suscite un amplio consenso político y deje un cierto 'colchón' para afrontar crisis venideras. De lo contrario, la situación se tornará insostenible antes o después.

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