No eran solo dos y el del camión

A la vista está que los movilizados no son cuatro desesperados, por la fuerza que han demostrado para mantener el pulso y enquistar el conflicto. Se han pasado, ciertamente, como muchos otros lo hicieron en huelgas que no hemos olvidado. Y como aquellos no han impedido el vandalismo.

Lo que es dudoso, ya solo sea porque lo dice la ministra de Transportes, es que la mano que mece la cuna de la protesta sea la derecha. La ultra derecha, en concreto. El Gobierno suele desengrillar ese fantasma si le pintan bastos.

Por su parte, las grandes patronales han recibido un sopapo de preocupar. A la CEOE le pasó lo mismo con los autónomos, y a su lado nació ATA, y ya saben ustedes hasta dónde ha llegado y cómo la crecido su influencia.

Pues algo similar les ha pasado a las asociaciones empresariales con voz en el Comité Nacional del Transporte de Mercancías: autónomos y pymes sin capacidad de negociación no se sintieron representados por ellas, por un comportamiento «tibio y pasivo» ante la administración y los cargadores, frente a «los intereses» de los transportistas. Así es como germinó la Plataforma para la Defensa del Sector del Transporte de Mercancías por Carretera, la ATA de los camioneros.