La soledad

'Fortuna' es un filme minimalista, de una estirpe en desuso. La forma, el tacto, la estética parecen de otra época y espacio. Aquí cuenta la historia de una africana de 14 años que se llama Fortuna. Es una joven que, tras cruzar el mar en condiciones precarias, ha llegado a un país europeo rico y confortable.

Fortuna es una muchacha de raza negra, espiritual y creyente. Se ocupa de dar de comer a las gallinas y como homenaje al cineasta francés Bresson deposita sus sentimientos y confesiones en un burro. Además, se siente contenta porque está enamorada de Kabir, otro inmigrante ilegal, y se ha quedado embarazada. La felicidad de ella contrasta con el rechazo del hombre.

El filme es de aspecto sereno y recogido en el primer tramo. La cámara recorre las estancias intramuros y observamos la vida asceta de los monjes y su relación con los emigrados. Cordialidad y respeto. Trabajo y oración. Alrededor, silencio y paz. Luego irrumpe el drama áspero y la terrible política de inmigración, desatando miedo e incertidumbre. En medio de una situación injusta y metafórica, el bueno de Bruno Ganz, en una de sus últimas apariciones, clama al cielo y a la razón. Pero nadie lo escucha.