La segunda ola está aquí

Pero ahora que hemos salido, vuelve la guerra. Esto empieza así: primero brotes controlados y, si no conseguimos pararlos, contagio comunitario descontrolado. En ese momento de la verdad estamos ahora. Veremos si el sistema sanitario ha tenido de verdad el tiempo y el músculo para prepararse como nos han dicho que estaba preparado. Veremos si conseguimos parar los contagios, que los nuevos casos tengan padre y madre y que no empiecen a llegar a Urgencias de no se sabe dónde.

Es un momento decisivo, porque ahora sí que sabemos lo que tenemos que hacer. El sistema público de salud sabe en qué falló la primera vez (fallo inevitable, porque sencillamente no estaba preparado) y lo que debe intentar hacer ahora. Saber no es lo mismo que poder. En Lérida, por ejemplo, han fallado totalmente, y ahora la situación empeora por un conflicto de competencias totalmente intolerable. Pero en otros sitios han podido controlar los brotes.

Nosotros también sabemos lo que hay que hacer. Mascarilla, distancia, higiene, ventilación. Es muy fácil, de hecho, y el coste que nos supone es ínfimo con respecto al coste que nos puede traer el no hacerlo.

Y ya que estamos, Salud podría volver a afilar su estrategia informativa, algo dormida durante estas semanas de tranquilidad. No es de recibo que, con toda la rumorología sobre nuevos casos disparada, Salud se negara a dar dato alguno ni sábado ni domingo, pese a las peticiones reiteradas. A estas alturas, ya deberían saber que el rumor es mucho peor que el dato. Dato, por ejemplo: de dónde salen de golpe 24 casos en La Rioja.