Sanciones sin coste
EDITORIAL ·
Las multas multimillonarias no resultan disuasorias en el desafío de las grandes tecnológicas a la UE y su espacio normativoSecciones
Servicios
Destacamos
EDITORIAL ·
Las multas multimillonarias no resultan disuasorias en el desafío de las grandes tecnológicas a la UE y su espacio normativoEl Tribunal General de la Unión Europea ha ratificado la sanción de 2.424,5 millones impuesta por la Comisión Europea a Google en 2017 por actuaciones contra la libre competencia, aunque todavía puede recurrirse ante la Corte de Justicia de la UE. La causa ... que llevó al Gobierno comunitario a multar a la compañía tecnológica global fue la comprobación de que el gran buscador favorecía sus propios productos y servicios en la exposición pública de las distintas ofertas sin atender a criterios objetivos. Causa que ha hecho suya la primera instancia judicial de la Unión. La posición de Google como prescriptor de opciones de consumo es tan abrumadora que la libre competencia se convierte en un principio sujeto en gran medida a sus prácticas. Resulta imposible contrarrestar su dominio con recursos en el fondo voluntaristas. El Tribunal General no duda en calificar de «anormalidad» tal situación de preeminencia frente a otros comparadores que, en última instancia, estrecha el marco de competencia entre los proveedores de bienes que deberían mostrarse a los ciudadanos en condiciones de mayor igualdad material.
La «anormalidad» se extiende a los conflictos sobre competencia que enfrentan en este caso a las instituciones europeas con las grandes tecnológicas, esquivas a someterse a reglas de juego que, por su propia naturaleza de compañías sin límites, se creen legitimadas no ya para sortear sino para trascender. Hasta el punto de que se muestran reacias a establecer acuerdos que se atengan a obligaciones de libre competencia o a deberes tributarios si constriñen sus expectativas de un negocio ideado sobre un mundo sin restricciones que preserven el interés común.
Todo parece indicar que los gigantes estadounidenses prefieren afrontar sanciones que se eternizan en su ejecución sin que su coste reputacional afecte al balance del año. La perspectiva de que la UE se empeñe en la defensa de derechos y en la fijación de obligaciones en un mundo inerte a ese respecto –con la salvedad de la censura impuesta por regímenes más que autocráticos como el de China– sigue sin conmover a Google como no conmovió a Microsoft hace casi veinte años. Lo que debería ser un reto empresarial para optimizar resultados en un entorno regulado se convierte en un desafío para la UE y cada uno de los países que la componen a la hora de conformar un espacio normativo sin excepciones en la libre competencia.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.