Borrar

En La comisión', uno de esos esqueches que Les Luthiers han elevado a obra de arte en su irrepetible magisterio, Daniel Rabinovich y Marcos Mundstock, encomendados por su gobierno para renovar la letra de su himno, dedican unos minutos brillantes a buscarle un nuevo ... enemigo al país. Un enemigo común une mucho, dicen. Eligen Noruega. Sin razón, sin más porqué que el porque sí. Lo revisité el sábado a la hora en que se manifestaba en la Gran Vía un grupo contra Sánchez, a la moda del barrio de Salamanca pero sin descapotable con chófer, bandera y señor con megáfono gritando ¡dimisión! Que Sánchez es el enemigo común de la derecha no es nuevo. Ni extraña. Y aunque tiene un rosario de críticas pendientes, esta erupción de sanchezfobia que pretenden viralizar con mascarilla atufa a oportunista sainete chungo y extemporáneo, por más que a sus patrocinadores se les ponga la gallina de piel y hablen de «tsunami de libertad imparable», sandez que no mejora ni Rabinovich.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

larioja La sanchezfobia y Les Luthiers