Sánchez, ¿profeta en su tierra?

En esta situación de crisis mundial a raíz de la pandemia, seguida por la invasión de Ucrania por Putin, se suman dos éxitos impactantes. El primero de ellos, haber conseguido mediante fondos europeos financiación para la recuperación, lo que permite hacer realidad la transformación digital y también la transición ecológica. Hablamos de 140.000 millones de euros, de los que 72.000 son a fondo perdido. Primera crisis superada con éxito.

A esto debe sumarse que en el marco la gravísima crisis energética que Europa aborda ahora, el protagonismo de España en la reforma de la fijación de los precios de la energía está siendo una realidad. El Gobierno de Sánchez ya propuso reformar el mercado eléctrico en marzo de 2022 pero ante el rechazo -entonces- de otros países, al menos se consiguió que España y Portugal articularan «la excepción ibérica». Es decir, la limitación del precio del gas para que éste no afectase tanto a la formación de los precios de la energía eléctrica.

Ambos países han visto que la factura de la luz, siendo muy elevada, está por debajo del precio que pagan nuestros vecinos del continente europeo. Cabe destacar que la medida resultó adecuada. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, ha apostado para que el conjunto de la UE emprenda parecido camino, con algunas modificaciones.

También España se ha marcado otro tanto al ofrecer a Alemania el suministro de gas licuado, demostrando asimismo a la Unión Europea nuestra capacidad de suministrar ese combustible gracias a las numerosas plantas de regasificación. La reciente imagen de Pedro Sánchez con su colega alemán Olaf Scholz ha sido otro hito. Y la probable construcción de nuevas infraestructuras que crucen los Pirineos, a las que Francia parece estar menos reacia, sería otro gran paso delante. Todo esto, sin perder el objetivo de exportar hidrógeno verde.

Si se suman estas acciones a la organización de una futura cumbre UE-Latinoamérica durante la presidencia europea de España, en la que nuestro país pretende ser clave con la nueva izquierda emergente en la región, se diría que empezamos a pisar con fuerza y que la marca España está presente en el mundo por sus acciones positivas.

A lo mejor, al final de esta legislatura, Sánchez acaba siendo profeta en su tierra.