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El esfuerzo ecuménico de este Gobierno merece nuestro humilde reconocimiento y el encendido de unas velitas a san Pancracio. Nos habían dicho que eran unos comecuras y unos ateos, pero cinco años en la Moncloa han obrado un milagro que solo resiste comparación con el ... de la multiplicación de los panes, los peces y los pisos de protección oficial. Sánchez el anticlerical se ha convertido en Sánchez el multiclerical y España se nos ha llenado de repente de confesiones cuyos solares no pagan el IBI, ese impuesto demoníaco que solo cede al olor del incienso.
La visita de Yolanda al papa Francisco ya nos había dado alguna pista de este giro en la política religiosa. Esas miraditas de arrobo, ese «santopadre» para aquí «santopadre» para allá, esos regalitos enternecedores... Llega a durar la audiencia diez minutos más y Yolanda se nos mete monja. Hubiéramos perdido una gran vicepresidenta, es cierto, pero quién sabe si no hubiéramos ganado una priora con buena mano para los mantecados.
El único problema que le veo a esta liberación 'urbi et orbi' del IBI es que religiones hay muchas y algunas formas de espiritualidad pueden sentirse discriminadas. Estoy pensando, sin ir más lejos, en el PNV. Un día escuché por la radio a Joseba Egibar hablando de los siete mil años de historia del pueblo vasco y creí que estaba recitando versículos del Deuteronomio. También ruego al Gobierno que preste atención a mi gremio. Siempre se ha dicho que el periodismo es un sacerdocio y al menos yo comulgo con frecuencia bajo las dos especies, aunque confieso que al vino, en verano, a veces le echo un poco de gaseosa, lo que no me parece relevante desde el punto de vista tributario.
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