Salvar el verano

La vacunación masiva contra el COVID-19 que llevan a cabo los países más desarrollados permite albergar con fundamento la esperanza de que pueda salvarse buena parte de la temporada alta turística, que no alcanzará las cotas de 2019 pero que sí puede servir de salvavidas a un sector exhausto. A tal fin, es preciso no solo mantener e incrementar el ritmo de vacunación sino afinar las estrategias para generar confianza y atraer a los turistas. Así, la ministra del ramo, Reyes Maroto, está interviniendo ante el turismo británico, que tiene las puertas españolas abiertas desde el lunes, para tratar de conseguir que el gobierno de Boris Johnson, en el proceso de otorgamiento de semáforo verde a los países (libres de PCR y cuarentenas a la vuelta), incluya a España y, si no es posible en su totalidad, que se territorialice al menos la medida porque hay algunas comunidades españolas en las que ya se cumplen los criterios de mínimos exigidos. En 2019, vinieron a España más de 18 millones de británicos, lo que explica la preocupación ministerial. Lo que es una realidad es que la entrada en vigor del certificado digital COVID el 1 de julio generará confianza, por lo que la posibilidad de salvar el verano será un hecho.