Salud ciudadana y debate partidista

Al Gobierno autonómico se le hace bola el itinerario hacia la extinción de su relación contractual con Viamed. Aunque ayer era la fecha para ese punto final señalada en el pacto de gobernabilidad que rubricaron PSOE, Podemos-Equo e IU en agosto de 2019, la ... consejera de Salud, Sara Alba, hace ya casi dos semanas que asumió que en la actual coyuntura ese punto del plan es misión imposible. O una irresponsabilidad, añadiría cualquier observador desapasionado. La propia Alba lo argumentaba entonces: «En plena pandemia... necesitamos la disponibilidad de toda la prestación de los servicios sanitarios, no solo de los públicos, sino también de los privados». La procedencia de la decisión no debería analizarse, pues, como un incumplimiento del pacto sino como una razonable adaptación a las nuevas circunstancias, un ejercicio de resiliencia, ese concepto tan de moda. O un atinado reflejo para anteponer el interés de los ciudadanos al debate partidista. La 'bola' de la digestión se descubre en el innecesario empecinamiento del Ejecutivo para ponerle fecha al final de la prórroga, como inopinadamente hizo ayer. Asegura que no irá más allá del 31 de mayo en una declaración de último minuto que suena a justificación ante sus socios. O ante sí mismo.