Sin salir de casa es sin salir de casa

El quinto día del confinamiento domiciliario que impone el estado de alarma decretado por el Gobierno evidenció en La Rioja los primeros síntomas de relajación en el acatamiento de esta nueva fórmula de convivencia que no deriva de una sugerencia sino de un imperativo. Así ... se advirtió desde la Administración, desde donde se recordaba que el único camino que puede conducir a la recuperación y a superar la pandemia pasa por quedarnos en casa. Y por quedarnos en casa entiende que cada uno, cada ciudadano, sea cual sea su condición, su edad o sus circunstancias haga lo posible y lo imposible para no abandonar su domicilio. Todo el día. Cada día. Las excepciones son fáciles de entender. Casi tanto como de convertirlas en atajos y excusas para tratar de subvertir una norma tan inédita como de imprescindible cumplimiento. Incluso para algunas pretendidas muestras de solidaridad que se impulsan con mejor voluntad que acierto. Cualquier iniciativa que implique la presencia en la calle aunque sea de una sola persona debe contar con el beneplácito de la autoridad. Porque de nada servirá el esfuerzo de millones de personas si unos pocos se empeñan en seguir en la calle o en hacer la guerra por su cuenta.