Los Presupuestos establecen que los salarios subirán el próximo año el 0,9%. Pero no se ha dispuesto la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), que afecta a dos millones de trabajadores y que el Gobierno ha dejado en manos del diálogo social. El SMI es actualmente de 950 euros, una cantidad pactada también por los agentes sociales. Algunas voces apuestan por firmar una congelación, dada la coyuntura y otras prevén un incremento hasta los 1.000 euros, que es la propuesta de UGT. Comisiones Obreras no propone una subida concreta sino que exige que al final de la legislatura el SMI alcance el 60% del salario medio, en tanto que la CEOE manifiesta que «no es el momento» de una nueva subida y el presidente del Círculo de Empresarios la califica de «suicidio». El Gobierno se comprometió en su programa en elevar el SMI a 1.200 euros al final de la legislatura, pero no estaba prevista la gran pandemia, cuya incidencia obliga a actuar con extrema prudencia en lo tocante a un indicador que afecta a las cotizaciones sociales. Así las cosas, los agentes sociales deben lograr un equilibrio que favorezca la recuperación global, o que al menos no perturbe la salida del túnel.

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