Borrar

Nada más ver a esta pequeñuela trabalenguas con su peinado a la remanguillé, ya te dan ganas de subirte a su cohete espacial rumbo a su planeta bajito. Y al abrazarla, debo de oler al perfume 'agua de risas' porque en un santiamén me lleva ... de la mano volando a su ollita de grillos. Y es un poco antes del sueño, al levantar mis rodillas la sábana de mi cama: esa bóveda de algodón celeste, cuando la rubia estrellita protagonista, en un periquete, se me cuela dentro a trenzar su estrenada niñez entre mis piernas cansadas ya de patear el día.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

larioja Triunfar en la vida