Borrar

Cada mañana, antes de entrar en el agua, le pongo al fuego la vieja cafetera de aluminio. Y yo no sé de dónde saca este bicho tanto olor que me coge siempre al otro lado del espejo, afeitándome, silbando alegre al son de su cafetal ... bufido.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

larioja Sueños de café