Borrar

Por ahí andan debajo de una conocida piedra de mi jardín. La levanto muy lentamente y las veo cómo entre sábanas de tierra aún remolonean. Aquí, en Cameros, todo es más lento, más tardío. Estarán en lo de sacar la patita o asomar la cabeza ... por la escotilla del hormiguero, por si todo ha vuelto ya otra vez. Buen negocio hibernar para las hormigas: envejecen jóvenes, no son por un tiempo esclavas del estómago, retrasan el deambular en la selva del comer y ser comidas o violentadas. Algunos humanos, los más frioleros y con crujir de huesos, y no digamos los que padecen el síndrome de Grinch: esos que no saben cómo sobrevivir a la Navidad, se apuntarían a ciegas a ese letargo suyo de echarse una larga siestecita y desaparecer…

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

larioja Hormigas