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Con pasos de serpentina de papel, volaban bajito sobre la acera. Al cruzar el paso de cebra, parecía que pasaba un convoy de juguete con doce vagonetas de hojalata, y a cuál más tarumba. Eran unos pequeñuelos que, unidos a una lazarilla cuerda y a ... su vez a la correa de una señorita como si llevara a pasear de mascota a un perro salchicha, iban desde el andén de su guardería rumbo a esa vieja estación de un Centro de día.

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larioja Los extremos se tocan